
La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en la sala de redacción no es una moda pasajera, es una transformación radical que redefine la manera en que investigamos, producimos y consumimos noticias. Los veteranos en este campo, han visto cómo las herramientas digitales han evolucionado, pero la IA representa un salto cuántico, planteando desafíos éticos sin precedentes. No se trata solo de la automatización de tareas, sino de la integración de algoritmos que pueden influir en la narrativa, la verificación y la distribución de la información. Por ello, es imperativo establecer y adherirnos a principios claros que sirvan como brújula en este nuevo territorio.
El reto de la ética y la transparencia
El mayor desafío que enfrentamos es mantener la integridad periodística en un ecosistema donde la velocidad de la IA puede superar la capacidad de discernimiento humano. La IA es una herramienta poderosa para analizar vastas bases de datos, identificar patrones y detectar anomalías en investigaciones complejas. Sin embargo, su uso debe ser transparente. El público tiene derecho a saber cuándo un titular, una noticia o una investigación ha sido asistida por una IA.
La Asociación de Prensa de Estados Unidos (Associated Press) es un referente en este sentido, al haber publicado una guía sobre el uso de la IA en la redacción, subrayando la importancia de la supervisión humana y la atribución clara. “La IA puede ser un poderoso copiloto, pero el periodista debe seguir siendo el piloto”, afirman en su documento, haciendo hincapié en que la responsabilidad final por la precisión y la equidad recae en el periodista.
Otro punto crítico es el sesgo algorítmico. Los modelos de IA son tan buenos como los datos con los que se entrenan. Si los datos reflejan prejuicios raciales, de género o culturales, el resultado será una IA sesgada, que podría perpetuar estereotipos o marginalizar voces importantes. Es nuestra responsabilidad como periodistas de investigación auditar los algoritmos y asegurarnos de que se utilicen para democratizar la información, no para amplificar sesgos.
Principios para una IA responsable
Para navegar esta complejidad, los periodistas y las organizaciones de noticias deben adoptar un marco ético sólido. La Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública del Gobierno de España ha establecido una serie de principios que resuenan profundamente con la práctica periodística responsable. Su Carta de Derechos Digitales, si bien no es específica para el periodismo, subraya la importancia de la gobernanza responsable de la IA, que incluye la transparencia, la explicabilidad, la rendición de cuentas, la seguridad y la fiabilidad.
Estos principios pueden traducirse en reglas prácticas para la sala de redacción:
- Transparencia: Declarar claramente cuándo se ha utilizado una IA para la redacción, verificación o distribución de una noticia.
- Responsabilidad: Asignar a un periodista o editor la supervisión final de todo el contenido generado o asistido por IA. La máquina no puede ser un chivo expiatorio.
- Explicabilidad: Entender y poder explicar cómo y por qué un algoritmo tomó ciertas decisiones. Si no se puede explicar, no se debe usar.
- Imparcialidad y Equidad: Auditar los sistemas de IA para evitar sesgos y asegurar que la diversidad de fuentes y perspectivas se mantenga.
- Seguridad y Fiabilidad: Proteger la privacidad de las fuentes y la integridad de los datos, asegurándose de que los sistemas de IA no sean vulnerables a manipulaciones.

Más allá de la automatización: El futuro del periodismo
El uso de la IA en el periodismo no debe limitarse a la automatización de tareas tediosas. Lo mejor de ella es que ayuda al periodista a ser libre, para que haga lo que mejor sabe: la investigación profunda, la contextualización y la narración humana. Un buen ejemplo es ProPublica, que ha usado la IA para desvelar complejas tramas de corrupción y negligencia, demostrando que la tecnología es un socio, no un reemplazo.
Jeff Jarvis, que sabe mucho de periodismo en internet, dice que la IA nos hace pensar en lo que realmente hacemos: “La IA nos obliga a ser más humanos, a buscar las preguntas que solo una persona puede hacer”. La IA puede procesar ingentes cantidades de datos, pero solo nosotros podemos darles significado. El futuro del periodismo con IA es un futuro de colaboración, donde la ética, la curiosidad y la empatía humana sigan siendo el corazón de nuestra profesión. Y los principios, nuestra guía.
En este Foro UNIR contamos con Ismael Nafría, director asociado del Máster Universitario en Proyectos Periodísticos Digitales Avanzados de UNIR, quien habla sobre la aplicación de la inteligencia artificial en el periodismo y la comunicación de una forma adecuada y exitosa, y profundiza en los principales retos a los que se enfrentan los comunicadores.





